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Aunque los espacios fueron entregados el lunes pasado, los vendedores aún se muestran inconformes con el proceso de reordenamiento que impulsa la alcaldía desde enero pasado.

Las personas argumentan el rechazo a la Megaplaza porque suponen que no comercializarán sus artículos en dichas infraestructuras que comprenden cuatro edificios que costaron en total 12 millones de dólares.

Por ello, y a pesar de que existe una ordenanza que prohíbe la venta y compra de productos en las calles, los vendedores informales desafían a los miembros del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM), que en varias ocasiones realizaron decomisos de mercadería.

El alcalde, Roberto Aquino, explicó que los nuevos locales en el mercado El Ángel son muestra de la buena voluntad de su administración para ofrecer una solución a los vendedores.

"No queremos estar confrontando porque no queremos mantener incendiada a la ciudad con choques que son estériles y que lo único que producen son violencia", dijo el edil.

Sin embargo, advirtió a los involucrados que si continúan vendiendo productos en las arterias también seguirán decomisándolos en cumplimiento de la Ordenanza Contravencional para Convivencia y Seguridad Ciudadana, que prohíbe este tipo de actividades.

Datos de la oficina Contravencional de la alcaldía consignan que a la fecha han realizado 482 decomisos.

El 40 % de los vendedores ha preferido realizar trabajos comunitarios y no cancelar la multa de $53.55 por infringir la ordenanza.

LOS NUEVOS LOCALES

Son 64 espacios los habilitados en una área de construcción de 150 metros de la zona de comedores del mercado El Ángel.

Los trabajos de edificación iniciaron el 22 de abril y terminaron un mes después.

La inversión es de 18 mil dólares y cada vendedor pagará $0.25 diarios por el espacio asignado.

La alcaldía informó que con la medida quedarán sin un local cerca de 50 personas, que principalmente llegan de otras ciudades que no corresponden al departamento de Sonsonate.

Una de las vendedoras, Mayra Hernández, expresó que comerciantes ambulantes son cerca de 400 personas.

Lamentó que la gran mayoría de ellos no contará con un lugar estable donde comercializar su mercadería.

"Hay que decir sí a los puestos porque si no no se va a terminar esta persecución. Aunque no estemos convencidos les dijimos a las demás personas que los agarraran. Definitivamente no queremos la Megaplaza porque ahí no se vende", dijo la mujer.

El vendedor Miguel Osorio expresó que si en la nueva ubicación no logran vender volverán a las calles.

Por ello piden al alcalde que les ayude para promocionar las ventas en el centro de abasto.

"Vamos a probar para ver qué tal (les va). Si hay movimiento (se quedan); si no vamos a tener que desocupar los puestos", manifestó Josefina Martínez.

Otros vendedores relataron que para vender sus productos en las calles deben esconderse del CAM.

Eso genera una inestabilidad porque, incluso, los compradores se abstienen de adquirir los productos por temor a ser sancionados.