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Un ciudadano identificado como David Peña resultó ileso luego de que el subinspector de la Policía Nacional Civil (PNC) José Cristóbal Mancía Rivera, de 45 años, acribillara a balazos, en un intento de robo, el auto en el que Peña se conducía y que en ese momento se hallaba estacionado a un costado del parque central de la ciudad de San Vicente, según fuentes policiales no oficiales y según el testimonio de la víctima.

El subinspector Mancía Rivera tiene menos de un año de haber recuperado su libertad luego de que fue capturado en junio de 2011, acusado de asesinar a un ciudadano nicaragüense, identificado como Yacer Antonio Parrales; en su momento, el oficial alegó defensa propia.

El hecho por el que nuevamente fue capturado Mancía Rivera sucedió ayer, a las 3:50 de la madrugada, a un costado del parque José Simeón Cañas, de San Vicente. Los delitos que le imputarán, según fuentes policiales, son robo agravado, disparos y daños a propiedad privada.

Pese a intentarlo, no se pudo obtener una versión oficial del hecho con los jefes policiales de la zona. Un oficial que solo se identificó como Carlos Francisco, quien dijo estar de turno, manifestó que no podía dar declaraciones, porque hasta ayer a las 4:30 de la tarde, la Policía aún estaba realizando pesquisas del hecho.

"Quería robar el carro"

David Peña relató a El Diario de Hoy que, minutos antes de las 4:00 de la madrugada de ayer, llegó en su auto y se estacionó a un costado del referido parque vicentino.

De repente, vio que del parque salió un hombre con una arma de fuego larga, quien sin mediar palabra le lanzó una serie de disparos, de los cuales cuatro impactaron la parte delantera de su auto, mientras que otros balazos cayeron en el pavimento. De inmediato, el desconocido le pidió las llaves del auto.

David se salió del vehículo y tiró las llaves en el asiento. El atacante las tomó y se introdujo al auto, pero en ese momento se percató de que del capó del auto salía humo o vapor como consecuencia de que las balas habían dañado el motor o el radiador. Entonces, el agresor optó por abandonar el carro y salió escapó del lugar, según relató Peña.

De acuerdo con la víctima, el ataque fue presenciado por 60 u 80 personas que a esa hora se hallaban en el lugar, debido a que en San Vicente se celebran las fiestas patronales.

De entre esa multitud de testigos, hubo quienes le aseguraron a Peña que el atacante era un miembro de la corporación policial destacado en esa localidad y que el arma que portaba era una subametralladora UZI.

La intervención policial derivó en la captura del atacante de Peña, alrededor de las 4:30 de la madrugada.

Fueron los mismos policías quienes le afirmaron a la víctima el rango policial y quienes le revelaron que el oficial detenido había regresado hace apenas ocho meses a las filas de la corporación policial luego de que fuera procesado por un homicidio que cometió el año anterior.

Ayer, como a las 9:00 de la mañana, Peña fue llevado a unas instalaciones policiales de San Vicente para que reconociera al agresor. Así lo hizo, indicó la víctima.

Peña también relató que el subinspector Mancía Rivera huyó con las llaves del ve- hículo al cual le ocasionó severos daños con los disparos, por lo cual fue preciso utilizar los servicios de una grúa para remolcarlo del lugar del ataque.

Muerte de nicaragüense

El 16 de junio del año pasado, Mancía Rivera cometió un homicidio contra el nicaragüense Yacer Antonio Parrales, según él mismo admitió ante los policías que lo detuvieron una hora después del crimen, en las proximidades del Teatro de Cámara, en el barrio San Miguelito de San Salvador, a las 3:50 de la madrugada.

En esa ocasión, Mancía Rivera argumentó que caminaba en la Avenida Monseñor Óscar Arnulfo Romero y 27 Calle Oriente cuando el extranjero se le abalanzó para quitarle el arma de fuego, la cual se le disparó accidentalmente, según consta en documentos judiciales y de la Fiscalía General de la República.

En la primera audiencia, el Juzgado 2° de Paz de San Salvador decidió que fuera procesado por el crimen, pero en lugar de mandarlo a una cárcel lo envió a que permaneciera en bartolinas policiales.

El desenlace de ese proceso judicial no se hizo público; lo cierto es que las mismas fuentes policías dijeron ayer que desde hace ocho meses el subinspector volvió a ejercer como tal en la delegación de San Vicente, donde también estaba destacado cuando mató al nicaragüense.

Informacion encontrada en: El Diario de Hoy.